fall

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martes, abril 26, 2011

Un día cualquiera en mi vida


Este es el cuento con el cual participé en  el concurso para Taller de Multimedia donde tenía que narrar sobre un día cualquiera en mi vida utilizando Twitter y el hashtag  #undia. Para mi sorpresa lo gané y de premio recibí un hermoso flash memory de parte del Dr. Carlos Bravo. El flash me quedó como anillo al dedo porque el mío se arruinó. Muchísimas gracias Dr. Bravo por el flash!!!                                                                       


Está amaneciendo y la luz del sol empieza a colocarse por mi ventana.Suena la alarma e intento apagarla.

No... todavía no quiero abrir mis ojos.
Después me acuerdo que si no me levanto ahora,tampoco lo haré más tarde.

Al caer el agua sobre mi cuerpo es como si tratara de despertar todos mis sentidos y darme energías para empezar el día.

Muchas veces desearía tener una tina, pero creo que en vez de despertar seguiría durmiendo y no llegaría al trabajo :o

No tardo mucho en pensar que me voy ha poner, ya que al abrir mi ropero saco mi uniforme y un par de jeans.

Luego me toca maquillarme para poder ocultar el desvelo causado por los fantasmas que me acosan durante la noche. Siempre mi mamá me dijo: Al mal tiempo buena cara.

Miro el reloj y ya es hora de que me vaya, asi q me miro una vez más en el espejo y me digo Estas bonita!!! Apúrate... o vas a llegar tarde.

Camino al trabajo a manera de hacer ejercicio. Preparándome mentalmente para el nuevo reto de este día que está empezando.
Trazo mis objetivos del día. En mi cerebro hay un mar de ideas listas para ser puestas en acción pero de las cuales solo llego a realizar algunas.

Al llegar saludo a todos. Ellos están ansiosos por aprender y yo por enseñarles algo nuevo. Después de todo ellos no son los únicos que aprenden, ya que yo aprendo conjuntamente con ellos.

Ellos me enseñan a aceptar las cosas tal como son, alegrarme con pequeños detalles y a no dejar que un pequeño mal entendido dañe una amistad.

Ya que muchas veces ellos se insultan pero después están como si nada hubiera pasado. Ellos viven sin rencor y con alegría, lo cual es asombroso. Es por eso que dicen: Siempre mantén vivo a tu niño interno.

Al tocar el timbre siento sus cálidos besos y abrazos de despedida y me despido con un hasta mañana cariño... que tengas un bonito día.

Es la una y todos están sentados en la mesa para almorzar. Tiempo para relajarse y hablar sobre el día que hemos tenido.
El desahogarse es como un energizante que nos sirve para poder continuar el resto del día que nos queda por delante.

Cuando el reloj marca las 2:30 es hora de irme a la universidad.Quiero hacer grandes cosas... Hacer de este mundo un rinconcito mejor... lo cual solo lo lograré con perseverancia, empeño y pasión.

Al final de todo el día ajetreado, llega la hora de acostarse después de un relajante baño.

Cuando me encuentro en la suavidad de mi cama, inhalando los suaves aromas envolventes de mi dormitorio y escuchando música...es donde puedo analizar mis aventuras una vez más...reflexionar sobre los aciertos y fracasos del día y dar a gracias a Dios por mi día.

Y es así como acaba un día cualquiera en mi vida. Aunque pensándolo bien no es tan cualquiera ... ya que cada día tiene su momento mágico...

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